lunes, 19 de noviembre de 2012

La ardua tarea de ser madre


Me encanta ser madre! Pero paciencia no tengo ni media. 





















Calculado: dos horitas es lo máximo que mi mente aguanta a mi hija. Lo comprobé una tarde de sábado, hace ya unos cuantos meses... Planazo: nada que hacer, solo dedicarme a mi hija. Pero hora y media mas tarde estaba que me trepaba por las paredes. Y llegué hasta tal punto que me puse a buscar canguro desesperadamente con la mala suerte que ninguna de las habituales estaba disponible. Acabé llamando a una perfecta desconocida que me recomendaron en una tienda del barrio, una niña encantadora de unos 16 años que a los 10 minutos estaba en mi casa con la mejor de sus intenciones. Menos mal!!!! Estuve a punto de acabar en un frenopatico!

Desde entonces, cada fin de semana me refugio en casa de mis padres. Es como estar en "el exilio", aislada de esta sociedad consumista y sobrecomunicada. Me dedico a leer al lado de la chimenea, pasear por el bosque y recolectar animalillos varios que circulan por el jardín para enseñarle a mi ija la diversidad de fauna que abunda en estos parajes catalanes. 

Y cuando puedo (o cuando me dejan), hago una escapadilla a la ciudad condal, a disfrutar de una cenita con amigos, copilla de vino en mano.

A parte de mi escasez de paciencia y el consiguen pavor a pasar un finde a solas con ella, hay otro tema que me preocupa en relación con mi hija: no haber preparado ni una sola comida ad-hoc más alla de los biberones: no me siento preparada para ello. 

El hecho de que se alimente de algo más que de leche complica bastante el temita de ser madre. La nutrición a base de carne y vegetales requiere tener que cocinarlos previamente, triturarlos a posteriori y, lo mas importante, previo inlcuso a lo primero, disponer de materia prima! Cosa que para una persona de mi calaña, acostumbrada a tener arácnidos en la nevera, no es tarea fácil.... 

Asi que, haciendo cálculos, llego a la conclusion de que entre semana come y merienda comida de verdad en el cole, los findes se la prepara mi madre y yo sigo regateando con su pediatra para que no me suprima el biberon de las 20h a cambio de pescado con verduras... Y de momento me he salido con la mía, ji ji!

Y es que lo del biberon es la bomba, y sobretodo ahora que Cocó se lo administra por si sola. Mi madre me mete bronca cuando lo ve: dice que todavía es un bebé y que no se vale por si misma, que la tengo que abrazar y darle el biberon en mi regazo, pobreta. Pero mi teoria es que la vida es dura y, como decía el abuelo de mi ex: "cuanto más te jodan de pequeño, mas duro serás de mayor". 


Cocó es una superviviente, y el próximo paso, segun me ha aconsejado mi amiga Merijou, es dejarle el biberon de la mañana en la cuna para que cuando se despierte como un reloj a las 6 de la mañana con hambre voraz, se lo administre ella misma tipo self-service, ji ji!


El domingo pasado vino mi amiga Vir a hacer manualidades en Portolá. Queríamos redecorar unos dragoncillos tipicos menorquines que nos había regalado Paula este verano, y la pobre Cocó no nos dejaba vivir. La verdad es que lo de haber tenido perro te da mucho bagaje y la tactica que me fue muy util constitió en lanzarle un tubo de pintura a la otra punta del salon para que lo fuese a buscar y me lo trajese. A la quinta vez Cocó me mando a hacer puñetas y decidió que ya era hora de urgar en los cajones del mueble de la television. Nunca había abierto un cajon en su vida, pero ese dia aprendió. Y en cero con dos empezó a berrear. Y Vir y yo, pincel en mano, sin hacer ningun tipo de caso a la pobre criatura de Dios. Y la criatura berreando. Y de repente miramos y estaba enganchada al cajón: se había pillado los dedos y no podía sacarlos, pobrecilla, ja ja! Deje los pinceles y fui salí a su rescate. 
Tuve que hacer todo el show de pegar porrazos al cajon gritando: "feo, feo, feo" para que cejase en su llanto. 
Una vez calmada retomamos nuestras labores creativas pero medio minuto más tarde, llantos y lloros de nuevo! Otra vez el pequeño personajillo atrapado en el cajón berreando a voz en grito. 
Acudo de nuevo al rescate. Mi salamandra que estaba siendo sutilmente decorada con pequeñas y delicadas pinceladas, parecía ya una vaca con tanto sobresalto. 

Vuelvo a calmarla, y 5 segundos mas tarde, dedos de nuevo pillados en el maldito cajón de los niños muertos!!!!! Realmente el hombre es un animal que tropieza, no dos, sino quince veces con la misma piedra! Como puede haberme salido esta niña tan poco audaz???? Según la teoría eugenésica del abuelo de la criatura debería haber salido de lo más espabilada... Será culpa del padre, me imagino, ji ji, porque los Capella Elizalde tenemos la inteligencia bastante desarrollada ;-9
A todo esto, Vir y yo, en vez de correr a socorrerla, muertas de la risa con las torpezas de la niña... Y Cocó atrapada en el mueble asesino, ju ju! Realmente es santa, virgen y martir.

Al final, las lagartijas quedaron a la virulé, como los dedos de la pobre Cocó.
La suerte es que enseguida le entró el sueño y cayó exhausta en su cunita.



 


2 comentarios:

  1. Hola Marta, ¿y qué es lo más difícil, para ti, en ser la madre soltera?

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